sábado, 22 de septiembre de 2007

Evaluación de Aprendizajes

Cuando se habla de "evaluación" se produce un cierto temor, pues sabemos que seremos observados, criticados o medidos por otros, puesto que aún tenemos una visión de evaluación tradicional, la idea de la calificación, de ser aprobados por nuestros profesores, pares y familia. Lo anterior se observó incluso con nuestros futuros colegas, cuando se dispuso la evaluación docente, causando debate a nivel gremial.

En los últimos 20 años se ha intentado cambiar la idea desde una evaluación como una actividad aislada a una en que está presente durante todo el proceso de enseñanza aprendizaje, considerando la construcción de estructuras mentales aprendizajes significativos y contextualizados.

Haciendo referencia a Ahumada (2005), lo anterior se ha visto dificultado al no existir coherencia entre el actuar de autoridades políticas y académicas, y quienes realizan la práctica, es decir, estudiantes y profesores.

Un cambio de visión requiere de tiempo, es así como en el texto analizado se pueden observar por lo menos 20 años entre un enfoque y otro anteponiéndose uno ante otro. Es así, como el nuevo enfoque que se desea poner en práctica se contrapone al tradicional, aquella que se ocupa de logros, resultados y realiza evaluaciones uniformes y no de procesos diferenciados e individuales, aceptando diversidades.

En este contexto surge el tema del instrumento que se utilizará para hacer efectiva la evaluación, existiendo hoy en día una clasificación de ellos, con objetivos diferentes, basados en marcos conceptuales que le dan un carácter determinado, dependiendo de lo que se busque evaluar. Por ejemplo en la Teoría Clásica se busca evaluar habilidades frente a un grupo, es decir, se evalúa respecto a los aciertos de otros.

Al igual que Ahumada (2005), podría hacer mención a una serie de instrumentos según sus teorías, peor el tema de fondo es el que debe existir coherencia, armonía, integración entre los objetivos que se persiguen al evaluar, el contexto, a quién estamos evaluando y quién aplica el instrumento, ya que la evaluación repercutirá en la personalidad, en su capacidad de exploración al entorno, determinando además su inserción en una sociedad cada vez más competitiva y globalizada.

Por lo anterior, es necesario contar con evaluadores capacitados, con implementación adecuada y una gestión coherente con e contexto, contemplando el saber, saber hacer, saber ser y saber convivir (Delors, 1999).
Es fundamental considerar que hoy en día vivimos en un mundo globalizado, y que a futuros nos encontraremos con alumnos-as con una visión mucho más amplia del mundo, pues se nace en una sociedad tecnológica y de información fácil y rápida; por lo tanto es nuestra responsabilidad ir a la vanguardia en metodologías e instrumentos evaluativos acorde al momento, y que faciliten el desarrollo e inserción de nuestros alumnos en ese tipo de sociedad.

1 comentario:

Profesora dijo...

Mónica:
Te invito a revisar la guía para la elaboración de tu comentario, como también la rúbrica de evaluación; recuerda que debes explicar ideas principales y secundarias planteadas por el autor, analizar la lógica del texto y evaluar lo que leíste, pues se trata de una lectura crítica y comprensiva, te dejo un ejemplo del análisis de la lógica.

El autor plantea que el concepto de evaluación se ha ido modificando a través del tiempo y en correlación con las investigaciones que realizaron diversos autores en el ámbito educacional; apuntando en un principio a un enfoque centrado en el comportamiento de los alumnos en función del grupo, posteriormente se le dio mayor relevancia al logro individual bajo ciertos objetivos previamente formulados y por último la evaluación toma un enfoque referido a la construcción de conocimientos.

Lo que se pretende de la evaluación hoy en día es que se centre en el proceso de aprendizaje de los alumnos y para esto se exige una evaluación individualizada y multidimensional, sin embargo esto se opone a la dinámica vigente que prioriza una enseñanza grupal y estandarizada, cuyos resultados de aprendizaje se miden cuantitativamente como una herramienta válidamente científica para calificar el trabajo escolar, dentro de ésta encontramos la teoría clásica basada en la habilidad y comportamiento del grupo frente a un ítem en particular y encontramos la teoría de respuesta al ítem que representa la probabilidad de ser respondidas correctamente por los alumnos.

Pedro Ahumada Acevedo critica las teorías que sustentan este tipo de pruebas con el propósito de generar dudas técnicas en los lectores acerca de la veracidad de los aprendizajes que se ven reflejados en los resultados de dichas pruebas. Este propone un sistema alternativo de evaluación centrado en los procesos, donde la responsabilidad del aprendizaje recae en el alumno, este tipo de evaluación la denomina Evaluación Auténtica, destinada a mejorar la calidad y el nivel de los aprendizajes.

Se pretende tomar conciencia de la creación de estrategias evaluativas y de la práctica de éstas por parte del docente de acuerdo a su propia concepción del enseñar y aprender. A partir de esto, propone los siguientes principios: continuidad y permanencia, carácter retroalimentador, función diagnóstica y formativa, autoevaluación y coevaluación y nuevos procedimientos de evaluación no ortodoxos que renueven el proceso de evaluación. Sin embargo, las innovaciones de las prácticas evaluativas no han sido implementadas en su totalidad en este sistema, a pesar de que estas son conocidas, a nivel de conciencia y actitud existe una mínima aceptación por parte de los docentes, lo que implica que la evaluación sigue siendo centrada en las pruebas.

Tu calificación es un 75.

Adiós, la profesora.