domingo, 22 de abril de 2007

Paradigmas en Educación

Hace unos días, conversando con mi sobrina Camila, que cursa Séptimo Año Básico, dijo: “ojala me hiciera la clase de Sociedad la profe nueva del Séptimo B…sería felíz!”, le pregunté por qué no le gustaba su profesora y me dijo: “es que pasa taaaanta materia y nos baja una décima a toda la sala por cada compañera que conversa en la clase”...”lo único que hace es pasar y pasar materia”, luego le pregunté: “¿y cómo es la profesora del Séptimo B?”, y me respondió: “uyyy…es super entretenida, hace las clases con esquemas y ejemplos muy divertidos, además las niñas investigan bastante y después exponen, también hacen dramatizaciones; ella el año pasado era así, pero parece que en el colegio a los otros profes no les gustó que la quisiéramos tanto y este año cambio y se puso así…”

La conversación anterior me hizo reflexionar sobre la importancia de los paradigmas, término popularizado por Thomas Samuel Kuhn (1992 – 1996), en la comprensión del trabajo docente, ya que es fundamental el tener bases sólidas, claras y adecuadas al contexto, para llevar a cabo el proceso de enseñanza – aprendizaje. En el caso de Camila, ella se ve más atraída por una profesora que basa su labor en un paradigma más bien sociocultural y cognitivo que en su propia docente, cuyo modelo es más bien conductista. Pero, ¿Cuál sería el motivo que hizo cambiar a su profesora?, para Camila, fue el hecho de que simpatizaba con su curso, que era una “profe buena onda”. Al averiguar más al respecto, me enteré que fueron sus propios colegas quienes no gustaron de su trabajo, el hecho de dar más espacio a las niñas para la investigación, trabajos en grupo, salir de la sala de clases a trabajar libremente, causaba “indsciplina” en el resto de los cursos…

Finalmente, me queda la sensación de que un paradigma, a pesar de un modelo individual, el fundamento de cada uno, no es cien por ciento independiente y que en cierta manera debe responder a un mandato, a un esquema u organización con la cual se trabaja. Por último, la profesora nueva, en un futuro cercano ¿cambiará su forma de trabajar con las niñas? o ¿Será capaz de mantener su paradigma?

1 comentario:

Profesora dijo...

Mónica:
El hecho de querer llevar a cabo un paradigma en particular, no quiere decir que tengamos la libertad plena de ejercerlo, puesto que los paradigmas llevan tras de sí un ideología, por lo tanto, no será del agrado de todos/as; considero que, si una entidad educativa trabaja de cierta manera, tenemos la opción de insertarnos a ésta y seguir su curso o de no optar por ella. Me imagino que con el pasar de las clases has ido identificando los paradigmas y adscribiéndote a alguno, ¿cuáles son para ti los elementos de los paradigmas con los que estás de acuerdo? ¿Con cuáles no? ¿Por qué?

Te recomiendo que para tu próximo comentario reflexiones de manera más profunda, el hacerse preguntas y tratar de responderlas ayuda mucho, da a conocer tus creencias, opiniones, acuerdos y desacuerdos frente a los temas tratados; esto ayudará a que fomentes el debate en la red; fundamenta teóricamente tus argumentos. Adiós.

La profe.